Plata
II aC
La Barroca, Amer (Selva, Sant Martí de Llémena - Gironès)
En 1953 llegó a conocimiento de la Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueológicas de Girona la existencia de un tesorillo de moneda antigua que había sido adquirido por un joyero gerundense. Convocado en la Comisaría de Policía, el joyero explicó que las monedas le habían sido vendidas por un joven que le dijo haberlas encontrado por la zona de Sant Roc de la Barroca, entre Amer y Sant Martí de Llémena. Las monedas fueron comisadas y quedaron a disposición del Gobierno Civil. Al poco tiempo se acordó con el joyero una indemnización de 25 pesetas por moneda, es decir, 2.937,50 pesetas (bastante más de lo que él había pagado), que debía abonar la Diputación, adquiriéndolas así en propiedad para el Museo Arqueológico.
El tesorillo, llamado de la Barroca, está formado por 118 monedas de plata: 42 dracmas emporitanas, una de ellas partida por la mitad; 2 denarios ibéricos (uno de Kese, Tarragona, y otro de Turiasu, Tarazona) y 74 denarios romanos republicanos. Los denarios romanos, de datación muy precisa, se sitúan entre los años 209-208 a. C. y 112-111 a. C., por lo que la cronología de la ocultación del tesorillo se ha fijado a partir de esta última fecha, es decir, dentro de la última década del siglo II a. C.
Miquel Oliva sacó a la luz dicho tesorillo en el año 1953, siendo objeto de una cuidada publicación en 1960 por parte de Martín Almagro Basch y Miquel Oliva i Prat. Una nota a pie de página de este trabajo probablemente dejó un mal sabor de boca a quienes habían salvado el tesorillo para el patrimonio público. Un conocido numismático barcelonés aseguró a Miquel Oliva que parte de este conjunto monetario había caído en manos de colecciones privadas barcelonesas antes de que se produjera la venta al joyero gerundense.