Cerámica
III-II aC
Mas Castellar (Pontós - Alt Empordà)
Este objeto, denominado cálato o sombrero de copa, por su similitud formal si invertimos la pieza, apareció en el interior de una fosa o silo (SJ101) en el yacimiento ibérico de Mas Castellar de Pontós (Girona) y fecha del 200 a.C aproximadamente.
El cálato es un recipiente cerámico de producción autóctona, con una forma cilíndrica o troncocónica y borde horizontal, que imita una forma original griega y presenta una gran diversidad de perfiles y decoraciones. Su producción y distribución se inició en el siglo III a.C, pero no se generalizó hasta el siglo II y la primera mitad del siglo I a.C, durante el periodo ibérico final o ibero-romano, momento en el que este tipo de vasos se encuentran en un gran número de yacimientos del Mediterráneo occidental. Este hecho ha llevado a los investigadores a proponer que, funcionalmente, se trataría del contenedor de algún producto elaborado en el área ibérica, muy probablemente la miel, que tendría una amplia difusión por vía marítima y/o fluvial a través de las redes comerciales romanas. Esta hipótesis no excluye otros usos, que deberían vincularse con determinadas prácticas rituales/cultuales, tal y como se puede deducir, por ejemplo, a partir del hallazgo de estos recipientes en cuevas santuario o en algunas necrópolis, usados, en este último caso, como urnas funerarias.
Formalmente, estos vasos podían tener distintas dimensiones que se prolongaban desde los ejemplares pequeños, asimilables a miniaturas, hasta los que medían más de 30 cm de altura y diámetro máximo del borde. Técnicamente, eran moldeados a torno, su cocción se hacía en hornos con atmósfera oxidante y, mayoritariamente, se decoraban con pigmentos rojizos, razón por la que se engloban dentro de la categoría de la cerámica ibérica pintada. Los motivos decorativos utilizados eran variados y podían incluir desde los geométricos hasta los animalísticos y/o antropomorfos, en función del área de fabricación.
El ejemplar encontrado en el asentamiento ibérico del Mas Castellar de Pontós es de un tamaño grande (28 cm de altura y 27 cm de diámetro máximo), está decorado con pintura vinosa y su fabricación se atribuye al taller de Fontscaldes (Valls, Alt Camp). Presenta dos asas aplicadas, bífidas y entrelazadas, que no son funcionales, dado que no sobresalen para permitir sujetar la pieza y, por tanto, sólo sirven como elemento decorativo que, a la vez, enmarca un espacio con un motivo estrellado, delimitado por los lados por un trazado de líneas onduladas verticales. El resto de la pared exterior de la pieza está decorada con dos frisos, separados entre sí por una serie de líneas horizontales. El friso superior, que ocupa casi dos tercios de la superficie, está decorado con grandes hojas de hiedra y otros motivos vegetales y geométricos. El friso inferior, en cambio, está decorado con semicírculos concéntricos, de diferente grosor, que se presentan intercalados con líneas verticales onduladas. Finalmente, el borde presenta una decoración formada por una serie de triángulos unidos, denominada de dientes de lobo, que sólo se han conservado de manera parcial.
El hecho de que la pieza se haya encontrado en una fosa o silo, interpretada como un más que probable depósito votivo, reafirma la idea expresada anteriormente del uso del cálato en determinadas prácticas rituales, tanto con su contenido como per se.
Gabriel de Prado