Cerámica
III aC
Mas Castellar (Pontós - Alt Empordà)
El askos de Aqueloo es un vaso cerámico de la segunda mitad del siglo VI a.C. a inicios del siglo V a.C. El vaso presenta una cabeza masculina con barba en uno de los extremos. La cabeza, de forma triangular, se representa girado hacia uno de los laterales de la pieza, con orejas y, arriba, con dos astas o cuernos que han llevado a identificarlo con el dios fluvial Aqueloo.
El cuerpo, que forma el recipiente para contener líquidos, es alargado y recuerda la forma de un odre de cuero -al que se refiere el término griego askos-, terminado en un extremo posterior puntiagudo y levantado, con un orificio para verter el contenido. En el dorso presenta una abertura circular más grande, enmarcada por un caño, que debía servir para rellenar el recipiente, posiblemente con vino. Debajo, tres pequeñas patas macizas de perfil cónico servían para soportar la pieza. El fino engobe que cubre la superficie presenta una decoración pintada, con franjas verticales de pintura negra que alterna con bandas más finas de tonalidad vinosa. Los rasgos de la cara, moldeados sumariamente y de aspecto un poco caricaturesco, están destacados también con pintura.
Se trata de un vaso de tradición jonia, pero de producción griega occidental, probablemente elaborado en los talleres de la colonia focea de Masalia, durante la segunda mitad del siglo VI aC o los inicios del siglo V aC. La morfología de esta pieza permite interpretarla como un vaso para uso ritual, destinado a las libaciones, en el ámbito cultual o bien en el ámbito funerario. Fue encontrada en Emporion, pero se desconoce el contexto de procedencia. Sin embargo, podría haber formado parte del conjunto funerario de una tumba griega de la necrópolis arcaica del Portitxol, que sufrió una intensa actividad de expolio a finales del siglo XIX y los inicios del siglo XX. Los numerosos objetos de los ajuares de este primer cementerio emporitano terminaron en propiedad de anticuarios y coleccionistas, o fueron adquiridos por museos, como en este caso, que ingresó en las colecciones del Museo Provincial de Antigüedades y Bellas Artes de Girona -hoy sede de Girona del Museo de Arqueología de Catalunya- el mes de septiembre del año 1896.
Tanto en Masalia como en Emporion, como también en otros núcleos coloniales de la Magna Grecia o Sicilia, se conocen otros ejemplos de askoi de morfología similar, o bien cabezas barbudos de terracota pertenecientes a vasos del mismo tipo, que se han identificado con la figura teriomorfa de Aqueloo o, en algunos casos, con Sileno, remitiendo también al ámbito dionisíaco.
En la mitología griega, Aqueloo era la divinidad fluvial más importante, hijo de Océano y Tetis y padre de las Sirenas y de distintas fuentes y surgencias de agua, tales como Pirene, Dirce o Castalia. En su combate con Heracles por la ninfa Deyanira, se transformó en serpiente y, finalmente, en toro. Vencido por el héroe, éste le arrancó una de sus cuernos, que sólo pudo recuperar con la entrega, a cambio, del cuerno de Amaltea, símbolo de la abundancia y la fertilidad.
Marta Santos