Hueso
I-II dC
Empúries (L’Escala – Alt Empordà)
Desde épocas tan pretéritas como el paleolítico, el registro arqueológico ha preservado instrumentos musicados aerófonos como flautas, silbatos o flautines. A menudo elaborados a partir de un hueso, son extremadamente frágiles, ya que en un contexto ácido la materia orgánica no se conserva. Generalmente, están fabricados sobre un fragmento de hueso largo, hueco por dentro, en el que se han perforado los orificios que permiten que suenen.
Hoy se presenta un silbato romano, procedente del expolio sistemático de las necrópolis emporitanas, que fue adquirido por la Comisión de Monumentos y que, carente de contexto y de paralelos, puede datarse presumiblemente entre los siglos I y II d. C.
Está hecho sobre un fragmento de hueso plano (8 x 1,8 cm) con un perfil ligeramente convexo; los lados cortados; una decoración de dos grupos de círculos concéntricos en cada cara; y el extremo distal, por el que se sujetaba, delicadamente torneado. Con un grosor de poco más de medio cm, presenta una fina perforación en el interior, por donde entra el aire, y un orificio de salida muy cerca de la embocadura.
Es un magnífico ejemplo del buen oficio de los artesanos que trabajaban el hueso. Combina la funcionalidad musical con una muy lograda apariencia estética. Es un bellísimo objeto. No podemos saber a quién pertenecía, si a un niño o a un adulto; tampoco cuál era su función precisa, pero visto que acompañó a la persona que lo poseía en la tumba, seguramente era un objeto muy preciado o significativo para ella.