Hueso
IV-V dC
Ciutadella (Roses - Alt Empordà)
Uno de los símbolos cristianos más antiguos, usado desde finales del siglo II, es el pez, la figura de un pez. En griego, “pez” es ἰχθύς (mayúsculas ΙΧΘΥΣ). Las letras de esta palabra fueron interpretadas por los cristianos como Ἰησοῦς Χριστὸς Θεοῦ Ὑιὸς Σωτήρ, es decir, “Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador”. En consecuencia, el pez se convirtió en una representación de Cristo que fácilmente podía pasar desapercibida para los no cristianos, especialmente en tiempos de persecución. A partir del momento en que Constantino, en el año 313, autorizó la práctica de la religión cristiana, poco a poco fue desapareciendo. Ya no era necesario esconderse.
Esta plaquita de hueso, de 7,5 cm de largo y unos pocos mm de espesor, con las agallas y las escamas representadas por finas incisiones, apareció en la Ciutadella de Roses en un contexto que se puede fechar dentro de los siglos IV-V d. C. No se puede asegurar que se trate de una imagen cristiana, pero nos sirve, al menos, para referirnos a los cristianos de Roses de aquella época, que nos dejaron debajo de la iglesia del monasterio de Santa Maria restos de una iglesia paleocristiana que se sitúa en estos mismos siglos. De ella proviene un ara de mármol, usada como material de construcción en Santa Maria, y antes reutilizada como soporte de una inscripción del siglo X que reseña la reconstrucción de esta primitiva iglesia.
De la importancia de la comunidad cristiana de Roses habla el hecho de que, a pesar de la existencia de una sede episcopal en Empúries, al menos en los siglos VI y VII, se ha atribuido a Roses la sede episcopal de Rotdon, documentada en los siglos IV-V, y que todavía hoy, como diócesis titular (antiguas diócesis ya desaparecidas) mantiene un obispo, de carácter honorífico. El obispo actual fue nombrado hace apenas dos años.